A la imagen de trenes legendarios como el Orient Express o el Transiberiano, en los últimos años se han ido creando o recreando una diversidad de ofertas por todos los continentes de viajes en trenes antiguos restaurados y modernizados, con considerables dosis de lujo, y recorriendo ciudades históricas y parajes de gran belleza. Son una suerte de crucero por tierra, en trenes que no son comparables a otras experiencias de viaje, donde el hotel te acompaña de ciudad en ciudad, recorriendo lugares alejados sin tener que hacer y deshacer una y otra vez la maleta. Cuentan con restaurantes que añaden a los placeres del viaje una oferta gastronómica de calidad. Ofrecen, además, la posibilidad de conocer sitios de gran interés con visitas guiadas.
Lista de trenes.
La lista es larga: el Orient Express (¿quién no piensa en Agatha Christie?), en el que se viaja de París a Estambul en el recorrido completo –también es posible recorridos intermedios como Praga París o Roma-Venecia, e incluso con origen en Londres-; el Transiberiano, de Moscú a Beijing, o Moscú-Moscú pasando por Mongolia; el Registan que recorre la Ruta de la Seda; el Otoman Express, de Estambul a Damasco; elNamibian Express, que discurre por los maravillosos paisajes de Namibia, pasando por el cañón de Fish River, el Desierto de Namibia; la ruda costa atlántica y el Parque Nacional de Etosha; el Rovos Rail de Dar es Salaam (Tanzania) a Ciudad del Cabo (Sudáfrica), pasando por las catarátas Victoria; el Indian Pacific & Coral Princess, del desierto de Australia a la barrera de coral; The Royal Scotsman, que ofrece diversos recorridos por Escocia e incluso un gran tour por toda Gran bretaña; The British Pullman y The Northern Belle, con multitud de recorridos entre todos los puntos del Reino Unido; el Eastern and Oriental Express, que ofrece varios viajes por Malasia y Tailandia; y el Hiram Bingham, el modo más lujoso de viajar entre Cuzco y el Machu Picchu.
Una amplia oferta de viajes de ensueño que, como luna de miel, serían totalmente mágicos ¿no os parece?